miércoles, 20 de febrero de 2008

Ajuste de cuentas

Me ha llamado mucho la atención que en los tradicionales balances de lo mejor y peor del año pasado en cuanto a cine han salido mucho a relucir dos de las películas más taquilleras: 300 y Los Simpson, generalmente con críticas favorables al respecto. De la primera ya hablé anteriormente (les ahorro la consulta: me pareció una puta mierda) y de esta otra, pues ya hace rato que me quería ocupar y no sé por qué no lo hice en su momento.
Para comenzar es preciso aclarar que la perspectiva de quien aquí comenta es la de un fan bien hecho de Los Simpson: tengo temporadas en DVD, conozco de memoria los diálogos clásicos, sigo disfrutando mis episodios favoritos pese a haberlos visto cien veces, en fin, considero que reúno las características que hacen de alguien un fan promedio de la serie; o sea uno de los normales, que tampoco estoy obsesionado ni me ufano de lo mucho que sé de la misma (no empiecen, carroñeros).

Un poco de historia.


Cuando el mundo se encontraba en vísperas del anticipadísimo lanzamiento de la película yo sólo estaba seguro de algo: o sería mi Ciudadano Kane, o me parecería todo un Street Fighter The Movie, pero no me dejaría a medias tintas. Todos coincidimos en que las últimas temporadas de la serie han alcanzado niveles alarmantes de mediocridad, por lo cual me sorprendí al notar que a medida que pasaban los días un extraño optimismo aparecía en mí, y lo platicaba a quien se dejara cada que tocábamos el tema: que ya verían, que yo tenía confianza en que esta vez Los Simpson no nos decepcionaría. Incluso el enterarme de que los mejores guionistas de la serie habían trabajado en la película reforzó esa esperanza. Quién diría que para mi infortunio las fuerzas malditas del destino inclinarían la balanza hacia el lado contrario.
Llegado el día del estreno mi emoción no conocía límites: compré las entradas horas antes de la función e hice que mi novia me acompañara en el que hasta antes de meternos en la sala consideraba momento clave de mi vida adulta. Era tiempo de ver en pantalla grande algo que imaginé desde que era niño. Se trataba del equivalente en la vida real del episodio de Tomy y Daly La Película.

Y la crítica es ésta.

Creo que Matt Groening y su pandilla dejaron de lado a sus fans, aquellos que crecimos con la serie, todo por tener como target al público masivo, a todo el mundo, convirtiendo así a Los Simpson en una película simplona y dominguera (si acaso); una mera anécdota que cambió el humor tan característico de sus mejores episodios por el clásico pastelazo, que ese sí lo entienden hasta los usuarios del metroflog. Por otro lado esta variación fue lo que les garantizó el éxito arrollador en taquilla, pero vamos, ¿era necesario hacerlo con un producto tan rentable ya por sí solo como Los Simpson?
Una de tantas cosas imperdonables es que hayan respetado todos los parámetros de una adaptación de televisión al cine, ellos que hace poco más de diez años no respetaban ni a los Beatles. No es cierto que se trate de un capítulo largo como todos dijeron, ya que como es tradición en este tipo de películas, los protagonistas vivieron una superaventura que dadas sus características no podría mostrarse en televisión (como los grandes planos creados especialmente para el cine, algo de lo poco rescatable). Al final como era de esperarse dicha aventura les dejó toda una lección de vida (misma que ya se ha planteado infinidad de veces en la serie). Lo que no entiendo es que si hasta en la película de Bob Esponja se burlaron de ello, los maestros de la sátira no pudieron hacerlo.
Los Simpson es una película que contiene dos o tres gags buenos (y no, no me refiero al puerco araña, que me pareció infame), pero no lo suficiente como para salvarla completamente. Todavía no me queda claro si es tarea de los creadores hacer una adaptación que supere o tan siquiera iguale sus mejores episodios, pero tampoco nos hagamos, la verdad es que la vara que impusieron desde hace rato es muy alta. Aun así pienso que debieron apostarle a darnos momentos memorables que pudiéramos comparar con los de nuestros capítulos favoritos, y lo que pasa aquí es que prefiero mil veces ver el de los Magios (con esa estupenda parodia a las sociedades masónicas) o el de los Borbotones. Era lógico que no lograran nada de esto al apegarse más al humor de las temporadas recientes, y cualquiera podrá decir que se vale, que tienen todo el derecho de simplificar su fórmula con tal llegarle a más gente y así echarse unos billetes más al bolsillo, pero en este caso sí que decepciona: ellos mismos alguna vez se burlaron de esa industria de la que ahora son artífices (más concretamente en el episodio de la película del Hombre Radioactivo).
¿Hay algo que no entendí?
Vamos acabando.

No se crean, toda esta frustración obedece al hecho de tener mis expectativas tan altas que el ver algo que no esperaba me golpeó con una pala en la cara. Igual y es buena la película, como Shrek, ese tipo de “buena”. Estoy acostumbrado a que todos rían a carcajadas en la sala excepto yo, pero cuando esto pasa con Los Simpson, es para que me preocupe. Lo que me queda de todo esto es haber aprendido la lección, así que ya sabré cómo reaccionar si algún día anuncian “The Office: La Película”. Bueno, la verdad es que de nuevo no podré evitarlo, así que ya lo sabes, Rambo 4.
Una última cuestión: ¿por qué el trailer la anunciaba como una película que “se atreve a ser fea”? Feos los dibujos de las primeras temporadas, los de las últimas se han perfeccionado tanto que hasta Ronaldo se ve mejor en caricatura que en persona. ¿O qué es eso de Paty y Selma luciendo vestidos de Linda Evangelista? ¡Se suponía que eran feas como el culo de Elba Esther Gordillo!

3 comentarios:

reyna dijo...

Pues a mi la película de Reno 911 no me desepcionó para nada.
Es que hay de películas.. a películas!

rogelio garza dijo...

qué buena crítica.
fíjate que no vi la película, ni tiempo tuve de ir al cine, pero tampoco sentí tantas ganas de ir. soy animal de hábitos (como todos) y estoy
acostumbrado a ver a Los Simpson (cuando puedo verlos) en la tele, en capítulos de media hora.
una película de esa dimensión hubiera terminado por aburrirme.
como si de pronto Augusto Monterroso (qepd) de pronto nos hubiera salido con la novela El Dinosaurio... o los Ramones (qepd) tocando una versión de Blietzkrieg Bop de media hora.. perdería todo su chiste, toda su gracia y toda su esencia. esa idea tengo de esta película que algún día veré en dvd.

Teli dijo...

ay güey... tienes razón.

Yo no he visto los capítulos nuevos. Y creo que es mejor así. sí, el sentido del humor de la película es extraño. Tiene sus dos o tres partes graciosas... pero no. A mí hasta me dió tristeza ver a Homero haciendo señas obscenas. O sea, no soy puritana y sé que Homero era un grosero, pero no quería verlo así.