lunes, 10 de noviembre de 2008

Ya no me gusta Batman*

Del departamento de “a ver cómo llamamos la atención”, me llega la noticia de que el director Christopher Nolan podría enfrentar la demanda más absurda de la historia desde aquella de la mujer que metió su gato al microondas (si es que no se trata de una leyenda urbana). Resulta que existe una ciudad en Turquía que se llama Batman, y su alcalde está muy molesto porque la gente en Hollywood se llena los bolsillos de dinero usando el nombre y a él no le ha tocado nada. Aunque las diferencias en cuanto a significado son abismales, ya que como sabemos “Batman” quiere decir hombre murciélago; y “Batman”, la ciudad, al parecer es un vocablo turco que significa “lugar de las demandas estúpidas”, el ofendido presidente recalca que “sólo hay un Batman en el mundo. Los productores estadounidenses de cine usan el nombre de la provincia sin nuestro permiso. Demandaremos a quienes usen el nombre de Batman y si es necesario iremos a los tribunales en EEUU”.

Cuando Christopher Nolan preguntó por qué hasta ahora les da por andar con lloriqueos siendo que bien pudieron haber demandado a la primera película de Batman en el 89, Huseyin Kankan, el alcalde, respondió: “es que su Joker nos gustó más, y sabemos que con Tim Burton más vale que nadie se meta”.


“solo hay un Batman… y no es el de George Clooney" (atentos al batipezón)

En entrevista, un ciudadano de la provincia declaró: “Por supuesto que a nadie le gustaría que el nombre del lugar donde nació sea el mismo que el de un oscuro justiciero enmascarado que protagonizó una película destinada a convertirse en un clásico. Bueno, para qué nos engañamos, a mí sí”.

Recordemos que un caso muy similar se dio en 1978 a propósito del estreno de Superman, cuando el rey del planeta Kriptón llevó a juicio a los realizadores por haber retratado a los kriptonianos de manera muy poco realista (son más bien chaparros).

Por su parte, algunos habitantes de Hellboy (pueblito situado cerca de Yugoslavia) dijeron que no es para tanto, dado que ellos hasta celebraron cuando por fin pudieron ver en su única sala de cine los primeros 24 minutos de la película del mismo nombre (una ley les prohíbe exhibir películas completas). Lo que sí, es que se sabe que los oriundos de este pueblo son gente muy campechana y alegre.

*La ciudad.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Gracias Maná*

Finalmente sucedió, luego de debates, comerciales, obstáculos y una intensa y agotadora campaña que por momentos parecía interminable. El día histórico llegó, y lo que ayer era sólo algo de ficción se convirtió en el suceso a recordar por generaciones: el primer hombre afroamericano en ser electo presidente del país más poderoso del planeta entero. Muchos mencionaban el descontento de la población ante los desaciertos de la administración anterior a la hora de analizar los porqués de esa victoria que significó un paso gigantesco en la sociedad estadounidense y en el mundo. Pero él, y sólo él, conocía uno de los factores determinantes que lo condujeron hacia la Casa Blanca. Era tiempo de hacer la llamada, de agradecer a ese alguien sin cuyo apoyo las cosas muy probablemente no habrían llegado a buen puerto. El nuevo líder no esperó más, y ordenó a su asistente lo comunicara en seguida.
Un teléfono celular sonó en las costas del Pacífico. Fher observaba en cuclillas cómo una
tortuguita bebé se hacía camino hasta el mar, con la sonrisa de quien mira a su hijo dar sus primeros pasos. Su secretaria se acercó a él con cara sorprendida y teléfono en mano, mismo que el cantante tomó sin más, se lo acercó y dijo:

- ¿Hola?

- Buenas tardes Fher – saludó el mandatario-, te habla Barack Obama ¿cómo has estado?

- Señor presidente, ¡qué sorpresa! – exclamó el artista- déjeme felicitarlo por su triunfo y decirle que aquí en México estamos todos muy contentos, muchas gracias por llamarme.

- Al contrario Fher, soy yo quien te quiere agradecer el haberte pronunciado a nuestro favor, estoy seguro de que ello fue un aspecto decisivo a la hora de los resultados.

- Bueno señor presidente, es que siempre he creído que su campaña trascendió los temas raciales y unió a la gente. De verdad es un mensaje de esperanza para todo el mundo.

- Muchas gracias, me importa mucho tu opinión, sobretodo habiendo tantos paisanos tuyos en Estados Unidos.

- Así es señor, porque piénselo, ¿quién construye las carreteras, los hospitales? ¿Quién recoge las uvas y el trigo? ¿Quién pone el pan en la mesa? Y dónde, ¿en dónde están sus sueños? Luego de casi un siglo de migración desde todos los rincones de América Latina, ¿en dónde quedaron su sudor y su esperanza? – la indignación de Fher se asomaba en sus ojos vidriosos.

- Es por eso que te llamo – respondió el presidente-, conozco la influencia que tienes en los latinoamericanos, y me gustaría que trabajáramos juntos por una mejor situación de los inmigrantes.

- Cuente conmigo para lo que sea necesario señor, su triunfo es una noticia alentadora para todos, estamos listos para luchar por un mundo mejor, es tiempo de la revolución, una revolución… de amor – aclaró inspiradísimo el cantante.

- Nos mantendremos en contacto entonces, ahora te dejo porque tengo que llamar a Juanes, hasta luego, que estés bien y te reitero mi más profundo agradecimiento.

- Chido carnal.

Al finalizar la llamada, Barack Obama miró por la ventana abierta del Salón Oval. Sin duda alguna se trataba de un logro sin precedentes en su vida y en la de todo su equipo, pero el trabajo no terminaba ahí. La dura tarea de enderezar la economía del país y atender tantas cuestiones que clamaban por una solución urgente apenas iniciaba. Por fortuna contaba con el apoyo de tantos artistas que de vez en cuando hacen a un lado el espectáculo para ocuparse de lo que realmente importa: lo que sucede a nuestro alrededor.

Fher se puso de pie y comenzó meditabundo su caminata a la orilla de la playa. Cuando Álex lo alcanzó corriendo, el cantante no apartó su vista del horizonte.

- ¿Es cierto que hablaste con Obama? – preguntó sin ocultar su asombro el talentoso baterista.

- Sí… - respondió Fher, sumido en sus pensamientos.

- ¿Sabías que su segundo nombre es Hussein?

- Órale, chido…

El vocalista siguió caminando a tiempo que experimentaba un extraño sentimiento de satisfacción. Esa noche, tuvo la certeza de haber aportado su granito de arena para transformar el lugar en que vivimos. De repente le vino a la cabeza ese árbol del Amazonas cuya vida era perdonada, ese niño africano que tuvo su desayuno, ese judío y ese musulmán que se daban la mano en Israel, ese patito que no era bañado con petróleo, ese soldado que decidía no torturar a más iraquíes. Supo que se empezaba a ver una luz al final del túnel, una luz que él mismo había ayudado a hacer resplandecer, la luz que reflejaría el amor de su lucha… porque amar es combatir.

*Inspirado en un post de Bajo Presupuesto.