Nintendo Sixty-FOOOOOOOOOOUR

Esto es oro puro. Sublime. Tengo más de una semana viéndolo cinco veces al día y no me enfada. Es que cada elemento concuerda de una manera tan perfecta que me deja helado. Los gritos del niño, la forma en que su cabeza se satura de emoción y lo único que atina a hacer es golpear la caja como chimpancé, el momento en que el hermano mayor prefiere irse y encerrarse en su cuarto para llorar seguramente. Y qué decir de cuando adopta esa postura gollumesca para abrir el otro regalo, mientras vigila su nintendo con la mirada, cuidando que no vaya a desvanecerse como en sus peores pesadillas. Notable también ese puño victorioso en alto, gesto geek que por supuesto repetirá al vencer a Ganondorf en el Zelda, o cuando logre por fin terminar el Mortal Kombat Mythologies: Sub Zero (que cosa fácil nunca ha sido). Para qué voy a mentir, apuesto a que muchos nos pusimos igual cuando recibimos nuestro nintendo (PlayStation, Xbox o lo que sea)y por eso encontramos algo especial en este video. Sobretodo yo, que llegué a soñar que me ganaba el 64 en un concurso y tenía que ir por él, no sin antes recorrer en bicicleta una carretera como de película europea, con un cielo a punto de llover.
Ya muchas veces me han preguntado qué tanto hago sentado frente a esta computadora, a lo que siempre respondo: ¡Nintendo Sixty-FOOOOOOOOOOUR!... bitch.