miércoles, 5 de noviembre de 2008

Gracias Maná*

Finalmente sucedió, luego de debates, comerciales, obstáculos y una intensa y agotadora campaña que por momentos parecía interminable. El día histórico llegó, y lo que ayer era sólo algo de ficción se convirtió en el suceso a recordar por generaciones: el primer hombre afroamericano en ser electo presidente del país más poderoso del planeta entero. Muchos mencionaban el descontento de la población ante los desaciertos de la administración anterior a la hora de analizar los porqués de esa victoria que significó un paso gigantesco en la sociedad estadounidense y en el mundo. Pero él, y sólo él, conocía uno de los factores determinantes que lo condujeron hacia la Casa Blanca. Era tiempo de hacer la llamada, de agradecer a ese alguien sin cuyo apoyo las cosas muy probablemente no habrían llegado a buen puerto. El nuevo líder no esperó más, y ordenó a su asistente lo comunicara en seguida.
Un teléfono celular sonó en las costas del Pacífico. Fher observaba en cuclillas cómo una
tortuguita bebé se hacía camino hasta el mar, con la sonrisa de quien mira a su hijo dar sus primeros pasos. Su secretaria se acercó a él con cara sorprendida y teléfono en mano, mismo que el cantante tomó sin más, se lo acercó y dijo:

- ¿Hola?

- Buenas tardes Fher – saludó el mandatario-, te habla Barack Obama ¿cómo has estado?

- Señor presidente, ¡qué sorpresa! – exclamó el artista- déjeme felicitarlo por su triunfo y decirle que aquí en México estamos todos muy contentos, muchas gracias por llamarme.

- Al contrario Fher, soy yo quien te quiere agradecer el haberte pronunciado a nuestro favor, estoy seguro de que ello fue un aspecto decisivo a la hora de los resultados.

- Bueno señor presidente, es que siempre he creído que su campaña trascendió los temas raciales y unió a la gente. De verdad es un mensaje de esperanza para todo el mundo.

- Muchas gracias, me importa mucho tu opinión, sobretodo habiendo tantos paisanos tuyos en Estados Unidos.

- Así es señor, porque piénselo, ¿quién construye las carreteras, los hospitales? ¿Quién recoge las uvas y el trigo? ¿Quién pone el pan en la mesa? Y dónde, ¿en dónde están sus sueños? Luego de casi un siglo de migración desde todos los rincones de América Latina, ¿en dónde quedaron su sudor y su esperanza? – la indignación de Fher se asomaba en sus ojos vidriosos.

- Es por eso que te llamo – respondió el presidente-, conozco la influencia que tienes en los latinoamericanos, y me gustaría que trabajáramos juntos por una mejor situación de los inmigrantes.

- Cuente conmigo para lo que sea necesario señor, su triunfo es una noticia alentadora para todos, estamos listos para luchar por un mundo mejor, es tiempo de la revolución, una revolución… de amor – aclaró inspiradísimo el cantante.

- Nos mantendremos en contacto entonces, ahora te dejo porque tengo que llamar a Juanes, hasta luego, que estés bien y te reitero mi más profundo agradecimiento.

- Chido carnal.

Al finalizar la llamada, Barack Obama miró por la ventana abierta del Salón Oval. Sin duda alguna se trataba de un logro sin precedentes en su vida y en la de todo su equipo, pero el trabajo no terminaba ahí. La dura tarea de enderezar la economía del país y atender tantas cuestiones que clamaban por una solución urgente apenas iniciaba. Por fortuna contaba con el apoyo de tantos artistas que de vez en cuando hacen a un lado el espectáculo para ocuparse de lo que realmente importa: lo que sucede a nuestro alrededor.

Fher se puso de pie y comenzó meditabundo su caminata a la orilla de la playa. Cuando Álex lo alcanzó corriendo, el cantante no apartó su vista del horizonte.

- ¿Es cierto que hablaste con Obama? – preguntó sin ocultar su asombro el talentoso baterista.

- Sí… - respondió Fher, sumido en sus pensamientos.

- ¿Sabías que su segundo nombre es Hussein?

- Órale, chido…

El vocalista siguió caminando a tiempo que experimentaba un extraño sentimiento de satisfacción. Esa noche, tuvo la certeza de haber aportado su granito de arena para transformar el lugar en que vivimos. De repente le vino a la cabeza ese árbol del Amazonas cuya vida era perdonada, ese niño africano que tuvo su desayuno, ese judío y ese musulmán que se daban la mano en Israel, ese patito que no era bañado con petróleo, ese soldado que decidía no torturar a más iraquíes. Supo que se empezaba a ver una luz al final del túnel, una luz que él mismo había ayudado a hacer resplandecer, la luz que reflejaría el amor de su lucha… porque amar es combatir.

*Inspirado en un post de Bajo Presupuesto.

9 comentarios:

Mijel MX dijo...

¿En serio Obana le hablo a Fher de Mana? ¿Me lo juras?

Que cosas en este mundo loco jeje

Saludos.

Anónimo dijo...

jjaja au
bola

Anónimo dijo...

Ay Javier... jajajaja eres una de las personas que más me ha hecho reír.

Edgar López dijo...

Qué no vaya a leer este post Saúl Hdez porque se zurra del coraje.

Lo de Obama se ha magnificado, no en el sentido de que sea el primer presidente afroamericano, sino en el de convertirlo en una especie de Mesías mundial, yo creo que tiempo al tiempo y el sano beneficio de la duda, no solo de carisma vive el hombre.

Anónimo dijo...

a poco ganó obama? yo ni enterada...

Anónimo dijo...

estoy segurisimo que esto es real!

te falto mencionar que también le hablaría a chakira.

Anónimo dijo...

me encanta eso de revolucion de amor, digo por que sabemos lo complicado que es encontrar la palabra amor en la lirica de mana.
andrick

Anónimo dijo...

Creo, definitivamente, que si yo fuera Barack Obama, agradeceria no solo de manera personal a Mana, sino que incluso lo haria de forma publica, porque quien no tenga algo que agradecerle a esa banda es como si pudiera vivir sin aire...

Karla-amiga de andrick-

Anónimo dijo...

Mi sarcascómetro se descompuso con el comentario de "Karla-amiga de andrick-"
:S
Yo te amo muchisisisisisisisisimo a ti, no tienes una idea de cuanto.